
L
os bibliotecarios académicos y el apoyo a la investigación” es una colaboración de Antonio Luis Galán Gall, Director del área de bibliotecas de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Estoy seguro de que nadie pone en duda la enorme evolución (¿revolución?) que las bibliotecas universitarias has desarrollado en las últimas décadas. Evolución en cuanto a su concepto (pensemos si no en la asunción no solo de modelo, sino también del término CRAI), en cuanto a las tareas que asumen, a sus objetivos y, muy en especial, en cuanto a sus servicios.
Si hacemos un somero repaso de los servicios ofrecidos por nuestras bibliotecas, de los años 90 a esta parte, nos encontramos con conceptos que a más de uno le hubieran parecido casi disparatados, y que hoy no sólo forman parte del quehacer cotidiano de los bibliotecarios, sino que, además, ocupan tal vez ya la mayor parte de nuestro tiempo, quizás porque otras tareas más “clásicas” han alcanzado unos elevadísimos niveles de automatización, con el consiguiente ahorro de costes y rentabilización del tiempo, al mismo tiempo que han surgido otras necesidades (o, tal vez, sólo se han hecho más evidentes).