martes, 1 de septiembre de 2009

LA FOTOCOPIA EN LA BIBLIOTECA

Armando Gutiérrez M.

Muchos de nuestro colegas que desempeñan funciones en unidades de información, sean estas del sector público o privado, corren grave riesgo de constituirse en "cómplices pasivos" de un delito sancionado por el código penal como "Delitos contra el Derecho de Autor" (Art. 362) con penas de 3 meses a 2 años de prisión, por permitir que en su Centro de Información se fotocopie en forma indiscriminada obras protegidas por Ley.

CURSO TALLER DE ORGANIZACIÓN Y SERVICIOS DE BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS: 10 - 14 DE AGOSTO DE 2009

Del lunes 10 al viernes 14 de agosto de este año se realizó en las instalaciones del edificio Mac Gregor - en el campus de la PUCP- el Curso Taller de Organización y Servicios de Bibliotecas Universitarias. El evento estuvo auspiciado por el Consorcio de Universidades y contó con la participación de veintidós bibliotecarios procedentes, en su mayoría, de universidades públicas del interior del país y de doce bibliotecarios del Consorcio.

El programa estuvo compuesto por conferencias magistrales a cargo de reconocidos especialistas y seis talleres bajo la conducción de bibliotecarios de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.
La fotomemoria de este Curso Taller está en: http://fotos.pucp.edu.pe/albums/ver/1238

Los temas tratados en las conferencias fueron:

El papel de la biblioteca universitaria en la Sociedad de la Información a cargo de Aurora de la Vega;
Convergencias y divergencias: la biblioteca y la circulación del conocimiento en la era digital por Eduardo Villanueva;
Estadísticas, estándares e indicadores en bibliotecas universitarias por Carmen Villanueva;
Software libre en bibliotecas universitarias por Luis Maguiña Silva ; y
El artículo científico por Oscar Gayoso.

El Taller de Control de Autoridades Bibliográficas, bajo la conducción de Mónica Calderón, estuvo dirigido a los bibliotecarios del Consorcio; mientras que los otros talleres fueron dirigidos a los bibliotecarios de las universidades del interior del país.

Conocedores de la difícil situación de las bibliotecas de las universidades públicas, la temática de estos últimos se dedicó al aprendizaje de habilidades para reconocer recursos gratuitos pero válidos e importantes en Internet. De este modo se estudiaron los de ciencias sociales, derecho y ciencias de la salud. También se trabajó sobre habilidades para la evaluación, citación de recursos en línea y páginas Web, y el derecho de autor para bibliotecarios. Mariela del Águila, Aída Villanueva, María Estela Reaño, Marta Alcántara, Rocío Aponte y Antonio Cajas fueron los facilitadores encargados de desarrollar estas materias.

Los participantes mostraron en todo momento un gran interés en los temas tratados y entusiasmo vital por replicar y adaptar lo aprendido en sus puestos de trabajo.

Esperamos poder desarrollar en un futuro cercano otros eventos de este tipo, los cuales son un espacio ideal para el intercambio de ideas y la cooperación entre todos los bibliotecarios del país.

Los participantes del Consorcio fueron: Marta Alcántara, Rocío Aponte, Edith Carmen, Margarita Sánchez y Hernán Moreno de la Universidad Peruana Cayetano Heredia; María Irene Musante, Nelly Casas y Gloria Samamé de la Universidad de Lima; María Cristina Ego Aguirre de la Universidad del Pacífico; Betty Arakaki, Angélica Ordoñez y Kevin Wong de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Los participantes de bibliotecas universitarias del interior del país fueron: Gaby Albornoz y Liliana Arévalo de la Universidad Nacional de Ucayali; Nélida Broncano de la Universidad Nacional Santiago Antunez de Mayolo; Octavio Carhuamaca de la Universidad Nacional del Centro; Miguel Chamorro de la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión; José Condori de la Universidad Nacional del Santa; Liz del Águila y Marco Rojas de la Universidad Nacional Agraria de la Selva; Américo Herrera de la Universidad Católica Santa María de Arequipa; Agustín López de la Universidad Nacional de Piura; Mónica Jiménez de la Universidad Nacional de Tumbes; Olga Meza de la Universidad Nacional de Huancavelica; Johan Narro de la Universidad Católica de Trujillo; Olimpia Ochoa de la Universidad Nacional Jorge Basadre de Tacna; Nancy Orihuela, Francisco Velarde y Janet Zegarra de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa; Rosa Vásquez y Wilson Portocarrero de la Universidad Nacional de Trujillo; Esther Vargas de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle; Laura Vara de la Universidad Nacional Hermilio Valdizán de Huánuco y Carlos Pinchi Arévalo de la Universidad Nacional de San Martín.

Publicado en Eventos a la(s) 13:24 el día martes 01 septiembre por biblio Visto: 73 veces Agregar a Favoritos PUCP

Etiquetas : Talleres, Bibliotecas universitarias, Consorcio de Universidades

Blog de la Biblioteca de la Pontificia Universidad Católica del Perú

lunes, 31 de agosto de 2009

UNA EDUCACIÒN HUMANISTA ES AQUELLA QUE ENSEÑA A LEER

A partir del cuarto mes de gestación los pequeños pueden escuchar las palabras de su madre. Desde el vientre comienza entonces su proceso de adquirir el lenguaje. Y al nacer, después del primer llanto, empezará por leer el rostro de su madre: su primer libro.
María Cristina Rincón*

Los derechos imprescindibles de lector
Los diez mandamientos
Saltarse páginas, leer cómics o simplemente no leer son posibilidades que los adultos desechan cuando se trata de los niños. La obligación jamás funciona para la lectura.
Andrea Victorino

1. Todos los días, resérvate un rato para leer... no solamente libros, desde que el cómic apareció los niños se sienten atraídos por ellos, hoy leen desde el clásico Batman hasta lo más elaborado del manga japonés. Pero si su hijo es de los que se aburre con tanto cuadro, letra pequeña y ojo ultrasuperexpresivo junto, bien vale la pena una revista de música, o si tiene talento para las manualidades está Art Attack, que además es programa de televisión.

2. Busca cualquier disculpa para que te lean y te cuenten cuentos... ¡claro!, pero si le piensa leer por onceava vez Caperucita Roja, Blanca Nieves y los siete enanitos y, en el mejor de los casos Cuentos en verso para niños perversos, esos libros que para usted, respetado adulto, son los clásicos, de la literatura infantil, mejor absténgase. A lo mejor el niño sale corriendo antes de que usted pueda buscar el libro, y si de contar historias se trata, no busque al abuelo, a veces pueden tornarse repetitivos, recuerde que hay gente experta en esas artes oratorias y es fácil encontrarlos en la plazas, en las bibliotecas y hasta en las universidades.

3. Fíjate bien en cómo leen las personas mayores... A veces los adultos no son el mejor ejemplo. Porque, ¿quién dice que lo que leen mi papá o usted es lo que se debe leer? ¿Quién dice que Harry Potter es menos apasionante que las aventuras de Odiseo? ¿Quién dijo que el joven Werther era él único que sufre por amor? ¿Dónde quedan Patito Feo y Hannah Montana? Porque las imágenes también se leen y las de la tele además nos hablan.

4. No te quedes con ninguna duda... Ese es un verdadero clásico de los docentes, que siempre quieren que sus alumnos lo entiendan todo y aprendan todo, sobre todo lo que ellos creen que se debe aprender... Pero a veces la duda es el principio del conocimiento, así que si su hijo, su alumno o su nieto tiene alguna pregunta puede remitirlo al menospreciado diccionario, pero como ahora poco abundan los ejemplares “ladrilludos”, le puede mostrar Wikipedia, donde todos meten mano y, ¡oh sorpresa!, a veces se les puede creer.

5. Pide consejo: a tus padres, a tus profes, al bibliotecario, al librero... y estos señores van a decir qué es lo que se debe leer. Pero a veces es mejor dudar de ese deber y charlar con los niños sobre lo que les gustar leer... de pronto entendemos que para ellos asustarse por los dientes hurtados de Ligeia o sentirse atraídos por Holden Caulfield, el protagonista de El guardián entre el centeno, es tan importante como dedicarle tiempo a Bob Esponja, a Facebook y a meditar sobre los consejos que aparecen en Puberman.

6. Si te apetece leer, lee. No te distraigas con otras cosas. Aquí es necesario hacer una aclaración, todo el tiempo estamos leyendo: leemos la prensa, leemos las revistas, leemos los anuncios, leemos las expresiones corporales de otras personas, leemos las imágenes y lo hacemos distraídos o no. Claro que hay cierta lectura que nos cuesta más trabajo, como bien lo dijo señor Estanislao Zuleta, y por ende más concentración. Pero no hay nada mejor que una tarde de música y cómic, y si se remata con una película, mucho mejor.

7. Visita la librería y la biblioteca más próximas...porque además se pueden encontrar libros, revistas, videos, películas y alguien con quién hablar.

8. Organiza bien tu biblioteca... Y no porque las madres se caractericen por la obsesión del orden y la limpieza, y sean sus pobres hijos y esposos las víctimas de esa polvorosa obsesión. Sino porque organizar la biblioteca permite que su hijo escoja el orden en que quiere tener sus libros, revistas y cd y que cuando salga corriendo para la casa de su mejor amigo no revuelque todo el cuarto tratando de encontrarlos.

9. Piensa que tus amigas, tus amigos, son los mejores compañeros de lecturas...y de muchas otras cosas más. Es necesario recordar que los mejores amigos, a veces no son los papás o los profesores, a veces es mejor organizarles plan a sus hijos con sus compañeros de colegio, llévelos a ver una película, dejen que hablen con ellos por el chat, apoye el intercambio de música, que además de aumentar la discografía en el computador de su hijo, está educando a un joven consciente de que la información debe circular libremente.

10. Aprovecha cualquier ocasión para leer... y ¡ojo! para leer lo que a ellos les guste. Si su hijo es de los que prefieren ver primero la película y luego llegar al libro... déjelo, dele la bienvenida al mundo de los que disfrutamos de las adaptaciones... si le gusta leer por pedazos, sin ningún tipo de orden establecido, sin un horario claro... ¡dele la bienvenida al mundo de la lectura anárquica! Las madrugadas y una linterna serán sus mejores amigos. Si ha llegado al final de este decálogo es porque no se ha sentido indignado frente a la idea de que enseñar a leer, a los niños no es cultivarlos en una tradición literaria anclada en la escritura, sino que enseñarles a leer, es enseñarles a ser críticos frente al mundo y sus lecturas, y para lograrlo debemos ampliar el panorama, el nuestro y el de ellos, y ayudarlos en la formación de parámetros que les permita elegir lo que a ellos les gusta.

http://www.revistaarcadia.com/