miércoles, 20 de febrero de 2013

Subrayar las lecturas (solamente) no sirve para aprender: algunos mitos y realidades sobre técnicas de estudio



¿Y la de tiempo que habré perdido haciéndolo? Me conformaré con pensar que puede servir como resumen, como recordatorio posterior e incluso forma de compartir con otros lectores, en el caso de Amazon, los fragmentos más destacados del ebook en cuestión. Y es que un equipo de psicólogos acaba de publicar un estudio comprensivo para la American Psychological Science Association, examinando 10 estrategias personales de aprendizaje y si son o no verdaderamente útiles y concluye que no, que subrayar, resaltar partes de la lectura, no sirve para nada.

No está claro en muchos casos pero me llamaba especialmente la atención el tema: la peor de las técnicas de estudio analizadas parece esa, la de marcar, subrayar las lecturas. No existe un beneficio real entre simplemente leer el texto y simplente marcarlo. Incluso, afirman, este tipo de prácticas pueden ser perjudiciales: cuando destacamos elementos concretos podemos perder en enfoque global, centrándonos en exceso en ideas aisladas. Igualmente inefectivas son las relecturas, algo que se hace a menudo cuando se estudia y que también resulta, para los autores, una pérdida de tiempo.
Algo más efectivo es resumir o anotar las ideas principales, aunque los estudios coinciden en que tampoco esta es la mejor estrategia si no se combina con las que siguen.
Lo mejor es la práctica distribuida, repartir las sesiones de estudio más que centrarnos en una única maratón de aprendizaje, cuyo contenido tendemos a olvidar pronto. Además, cuanto más tiempo queramos retener la información en nuestros cerebros, más largos serán esos intervalos entre sesiones.
La práctica de tests, como veíamos también en la entrada que dejo al final, es la segunda estrategia más valorada. Hace que se vuelvan a rememorar los datos, facilitando también la memorización y, añadiría facilitando algo tan importante como el “aprender haciendo”, poner a prueba el aprendizaje.
En cartón en otros tiempos, las tarjetas recordatorias, hoy digitalizadas mediante apps (QuizletStudyBlueFlashCardMachine, por ejemplo) pueden ser interesantes desde la perspectiva TIC en el aula. Tomo de la Wikipedia su definición:
Las flash cards (o tarjetas didácticas) son un conjunto de tarjetas que contienen información, como palabras y números, en uno o ambos lados usadas para adquirir diversos conocimientos a través de la relectura del conjunto de tarjetas. En un lado de la tarjeta se escribe una pregunta y en el otro la respuesta. Las flashcards pueden ser de vocabulario, datos históricos, fórmulas o cualquier cosa que pueda ser aprendida por medio de preguntas y respuestas. Las flashcards se usan ampliamente como un ejercicio de aprendizaje para ayudar a la memorización por medio de la repetición espaciadas.
Empiezo a entender mi práctica adolescente de crear múltiples chuletas que nunca utilizaba después, en los exámenes, porque el mero hecho de crearlas había hecho que lo aprendiese todo. Creo que me ocurre algo parecido con las presentaciones e incluso con los posteos en el blog hoy, que el mismo hecho de elaborarlas e ir rescatándolas en diversos periodos de tiempo (al volver a enlazar una entrada, por ejemplo) es una forma excelente, diría que la mejor que conozco, de solidificar aprendizajes.
En cuanto a otras técnicas, como la imagen mental, completar lo leído con imágenes o esquemas, el cuestionamiento, preguntarnos los porqué de lo leído, la mezcla de distintos problemas para que se creen conexiones o el memorizado de palabras clave, así como técnicas específicas en el aprendizaje de idiomas, como enlazar palabras nuevas con otras que ya se sepan y suenen similares, muestran una eficiencia moderada o baja.
En fin.. dejad que os recomiende, para complementar este, otro artículo sobre Mitos del aprendizaje que creo que lo  amplía.
De: http://www.dreig.eu/caparazon/2013/01/11/tecnicas-estudio/