viernes, 11 de diciembre de 2009

Mi tren de navidad

Quiero que esta navidad sea diferente,
quisiera ser un tren enorme para poder subir a toda mi gente
y a cada vagón ponerle un nombre distinto
para que cada uno de ellos suba
y se quede ahí, siempre, siempre conmigo...

Quisiera que cada vagón fuera diferente
para hacer sentir muy feliz a toda mi gente
y que ellos a su vez invitaran a sus amigos
para subir en mi tren y recorrer juntos el camino...
y así poder llegar cada uno a nuestro destino....

Y quizás te preguntarás que nombre lleva cada vagón,
ahora te los digo con todo el corazón, empecemos pues por
paz, amor, felicidad, prosperidad, fe,
éxito, esperanza, amistad, solidaridad, fuerza, dedicación,
sensibilidad, caridad, apoyo, carisma, humor, liderazgo,
risas, amor, ternura, compasión, carcajadas y emoción,
y también porque no? quizás un poco de dolor, para que así
puedas valorar, todos los vagones por los que has de pasar...
cada uno de ellos lo disfrutarás y ahí conocerás el valor de la amistad...
¡y se que no querrás, de mi tren jamás bajar!

Pero yo no quisiera que solo fuera en navidad,
quisiera todo un año para poderte demostrar
que el espíritu navideño si puede perdurar
solo es cuestión... de que tu quieras, a mi tren abordar...
y ser parte del sueño para convertirlo en realidad...

Quisiera esta Navidad poderte regalar todo eso y mucho más

pero lo más importante que yo quiero que tengas
es el corazón con las puertas bien abiertas,
para dejar entrar la luz de una estrella....
llamada Jesús... y que nunca, nunca te alejes de ella...
pues solo con él encontrarás la Navidad eterna.

Colaboración de Magali Sauceda
México


¡CARTA DE UNA MADRE A PAPÁ NOEL!


Querido Papá Noel: Te escribo esta carta con un lápiz rojo de mi hijo, en el dorso de un recibo, sentada al lado de la lavadora entre un lavado y otro, y quien sabecuando volveré a tener un poco de tiempo libre en los próximos 18 años.
He sido una buena madre durante todo el año. He alimentado, lavado y cuidado amis hijos cada vez que lo han necesitado. He visitado al pediatra muchas más veces de lo que he visitado a mi propio médico.
He vendido sesenta y dos cajas de barritas de chocolate para lograr el dinero para plantar un árbol que dé sombra en el patio de la escuela. Pensaba que quizás, visto que no te he pedido nunca nada, esta Navidad podrías traerme algunas cositas.
Aquí tienes mis deseos:
Me gustarían un par de piernas nuevas que no dolieran (cualquier color va bien menos el morado, de esas ya tengo) y unos brazos que no dolieran y fueran lo suficientemente fuertes como para apartar a mi hijo del estante de las golosinas, mientras hace una rabieta en medio del supermercado.
También quisiera una cintura, ya que en algún lado perdí la que tenía, hacia el séptimo mes de mi último embarazo. También me gustarían unas ventanas resistentes a las huellas, una emisora de radio que sólo ponga música para adultos, una televisión que no contenga solo programas de animales que hablan, y un rinconcito secreto detrás de la nevera donde poderme esconder para hablar por teléfono.
En el aspecto práctico, quisiera una muñeca que hable y diga, 'Sí, Mamá' para ayudarme en mi autoestima como madre, junto con dos niños que no peleen, y tres pares de vaqueros que se abrochen sin necesidad de tanta fuerza.
También me gustaría una grabación de monjes tibetanos cantando 'No comer en la sala' y 'Quítale las manos de encima a tu hermano' ya que mi voz parece estar fuera del alcance auditivo de mis hijos y puede ser escuchada solo por el perro.
Sería maravilloso si hicieras que mis hijos ayudaran en casa sin necesidad de pedir dinero a cambio.
Si fuera tarde para encontrar todo esto, quisiera al menos el tiempo suficiente para cepillarme los dientes y peinarme (todo en la misma mañana), o el lujo de sentarme y comer la comida caliente, no a temperatura ambiente, sin que tenga que comerla del mismo Tupperware. Seria demasiado pedir que pudiéramos llamar 'verduras' a la salsa de tomate? Me ayudaría a tener la conciencia en paz.
Bueno, Papá Noel, la alarma de la secadora me indica que ha terminado su ciclo y mi hijo se ha dado cuenta que estoy aquí encerrada. Creo que quiere que le devuelva su lápiz.
Que tengas un buen viaje y recuerda sacarte tus húmedas botas antes de entrar. Puedes comerte las galletas que te dejamos en la mesa, pero cuidado con echar migas a la alfombra.
Con cariño... MAMA!!
P.S. Ah!... otra cosa, puedes anular todos mis deseos con tal de quehagas que mis hijos crezcan felices, sanos y se conviertan en personas de bien.
De: http://amigosunidospormagonico.blogspot.com/